Comenzamos la mañana haciendo las tareas de la casa. Al finalizarlas, tuvimos tiempo libre hasta empezar con las actividades del día.
Antes de ir a grupos, nuestros monitores nos hicieron una pequeña representación teatral, en la cual pretendían enseñar la importancia de nuestro “yo interior”.
Posteriormente, fuimos a grupos, y hablamos sobre ello interpretando nuestros sentimientos y emociones en un “pozo” creado por nosotros.
A pesar de que fuera una mañana intensa nos ayudó a soltar lo malo, olvidarnos por un momento de los problemas y liberarnos.
Al terminar esta actividad fuimos todos a la piscina, donde como siempre nos lo pasamos genial. Nos duchamos, y comimos. Después de comer tuvimos tiempo libre y talleres, en los que estamos todos juntos en el Chafariz, donde posteriormente hicimos las fotos de recuerdo.
No nos lo esperábamos pero al terminar con las fotos Jorge, nuestro coordinador, nos mandó subir a las habitaciones a por la toalla de piscina para hacer una actividad de interioridad, que nos ayudó a relajar nuestro cuerpo y a sentirnos más liberados. Como rutina, merendamos y fuimos a la piscina. Después duchas y tiempo libre hasta la hora de la celebración del perdón, donde cambiamos el “agua sucia” de nuestro interior por “agua limpia” para dejar los problemas atrás.
Seguidamente cenamos, y esta no fue una cena cualquiera; tuvimos patatas bravas y perritos calientes. ¡Que rico estaba!
Como siempre, tuvimos tiempo para lavarnos los dientes, coger una sudadera y coger el móvil durante un rato.
Comenzamos la velada, la cual fue una velada musical que nos gustó mucho y participamos mogollón. Al acabar con esto, hicimos el juicio del sereno. Y para acabar este gran día, Busta nos dio las buenas noches.