Sandra Caloca (Santander)
Sin duda cada Somalo nos marca de una manera distinta y nos ayuda a mejorar, y estoy segura de que éste será uno de los mejores «Somalos» de nuestra vida y del que nos llevaremos un gran recuerdo.
Un verano más reunidos en Somalo… como siempre con muchísimas ganas de estar todos juntos y compartir un año más esta semana única.
Llegamos todos en el mismo autobús, sí, un grupo no demasiado numeroso, pero con un «buen rollo» espectacular.
La verdad es que se notan algunas ausencias y se les echa mucho de menos, tanto chicos y chicas, como monitores.
Al llegar, como siempre, nos presentaron el título del campamento, este año «Expres-arte», con Xabi como coordinador, y estuvimos trabajando en grupos la dinámica de ese dia a partir de una canción.
Tratamos de buscar las dificultades que encontramos día a día en nuestra vida, esos pequeños muros que se interponen en nuestro camino, y buscamos soluciones para poder saltarlos.
Decidimos con qué nos queriamos quedar y qué cosas no queriamos en nuestra vida.
Por la noche, tras una gynkhana, compartimos un momento de oración, que vino de la mano de Sergio, quien nos proponía ser como esponjas y no como piedras, que absorbiéramos todo lo que pudiéramos, que disfrutáramos este campamento al cien por cien y no sólo eso, sino que, también como esponjas, empáparamos con nuestras experiencias y con nuestros valores a todos los que nos rodean.
El segundo día, ya más descansados, tratamos una nueva temática: los medios de comunicación, cómo nos influyen, qué nos aportan, las cosas que añadiríamos a la televisión, qué cosas consideramos que no son necesarias o que quitaríamos de la televisión etc., de esta forma cada grupo fue creando su propia revista y la puso en común con todos en la celebración de por la tarde.
Pero no sólo hubo reflexión y celebraciones, también tuvimos nuestros ratos libres, en la piscina, ratos de risa, campeonatos, veladas, etc.
Sin duda cada Somalo nos marca de una manera distinta y nos ayuda a mejorar, y estoy segura de que éste será uno de los mejores «Somalos» de nuestra vida y del que nos llevaremos un gran recuerdo.
