Dicen que de Madrid al cielo…y así fue. No sabíamos que en el cielo se podía estar tanto tiempo vivito y coleando…. hasta doce horas. Llegamos a Caracas (Venezuela) en donde nos recibieron con mascarillas, sospechando que seríamos portadores de la famosa Gripe A. Se confundían. De todos modos nos dieron el boleto para continuar hasta Quito. Al fin y después de 25 horas de haber salido de Bilbao, llegamos a nuestro destino.
Allí en el aeropuerto, el entrañable recibimiento de Inazio Arrieta (nuestro hombre destacado en el exterior), al que acompañaba el director de la comunidad Naun, Bairon y César. Tras dejar los bultos, una breve cena y a la cama sin más tardar: para nosotros eran ya las 4 de la mañana (hora española).
Hoy, nuestro primer día de estancia, nos han presentado todas las secciones de la obra en Cayambe. Nos ha sorprendido la amplitud de campos que abarcan: un colegio, oratorio, una clínica de maternidad, universidad politécnica, talleres ocupacionales y la «Casa campesina». Esta fundación se dedica a favorecer el desarrollo comuntario de muchas de las comunidades campesinas de la zona. Nos ha llamado la atención cómo se fomenta el sentido comunitario de las personas. Por ejemplo, para recibir un micro-crédito personal, las personas deben acreditar que son miembros activos de su pueblo. En total se mueven unos 4 millones de dólares al año en conceder este tipo de ayudas, que los campesinos devuelven mayoritariamente.
Después del día trascurrido, tenemos ganas de empezar a colaborar en serio con esta gente maravillosa, y que tan bien nos han acogido. Seguro que tenemos ocasión de movernos por ese mosaico grande de comunidades campesinas y contaros muchas más cosas. A estas alturas estamos convencidos de que vamos a recibir mucho más de lo que podamos ofrecer.