No somos máquinas… tenemos corazón.
No somos sólo piezas unidas… tenemos un interior lleno de espíritu.
Y no somos frías conexiones programadas… tenemos un alma libre.
Pero para alimentar todo eso que somos y tenemos,
para explorar nuestro interior
y dejar que nuestro espíritu se exprese…
para gritar contra una vida superficial,
para no dejarnos atar por quienes sólo nos valoran como herramientas de trabajo,
para no dejar que sólo nuestro cuerpo sea el espejo de nuestro ser…
Para todo eso necesitamos momentos donde dar protagonismo
a lo profundo de nuestro ser y de nuestra vida,
a la mirada a cada minuto del día que va más allá de lo superficial,
a la escucha de las palabras y gestos que más nos «tocan»,
a la presencia de Dios en las pequeñas cosas cotidianas…
Por eso, cada noche, compartimos este momento
personas muy diferentes y de distintos lugares,
con distintas edades, creencias y objetivos en la vida…
pero todos unidos en nuestras buenas noches
para dar sentido a cada minuto de nuestro día.
¡No renuncies a buscar esos momentos!
BUENAS NOCHES
(Abel)