Hoy hemos estado en el monte. Muchos dicen que es un día que no gusta en el campamento de Somalo, sin embargo la realidad es que tras compartir momentos más duros de caminata, el campamento sufre un antes y un después.
Tras levantarnos un poco antes de lo normal para que no nos pillaran las horas de mayor calor, nos desplazamos en bus hacia Urbasa y allí tomamos un hamaiketako. Capitaneados por Xabi, experto montañero, «disfrutamos» de la subida durante la primera hora de marcha, para llanear después camino de la Fuente de los mosquitos. Comida, sobremesa, siestas varias y regreso a Somalo para darnos un reparador baño en la piscina.
Tras las duchas hemos tenido tiempo libre para comenzar a ensayar los números de la velada libre del próximo lunes.
En la velada disfrutamos de la comedía «Ahora los padres son ellos» con palomitas y todo. El juicio del zorro y las buenas noches dieron paso al deseado descanso que nos merecíamos tras un día largo y lleno de actividad.
—
Acaba el domingo… Y lo hace con la satisfacción de haber compartido un día a tope. Todas las dinámicas habían sido preparadas por los animadores de Santander. Abrimos los grupos con una representación de «Sálvame Deluxe», para caer en la cuenta de las diferentes y simplonas «salvaciones» que nos ofrece en muchas ocasiones la sociedad en la que vivimos.
A continuación, a través de 8 stands, pudimos reflexionar sobre estas propuestas para, al final de la mañana, ya por grupos de campamento, hacer una valoración de las mismas y conocer, a la par que valorar, la labor que la Iglesia lleva adelante para ofrecer y regalar la Salvación con mayúsculas que viene del mismo Dios que nos ama.
La tarde, tras hacernos las fotos de rigor, dio paso a los talleres, que iniciaban su segunda serie: fotografía, radio, mural, modelaje, marionetas…
No pudimos ir a la piscina, ya que el tiempo se revolvió un tanto, con lo que aprovechamos para adelantar diversas eliminatorias de nuestros campeonatos y para continuar ensayando los números de la velada libre.
Al final de la tarde, en el corazón de nuestra casa de Somalo -la capilla-, celebramos la eucaristía del domingo, presidida por Xabi. A través del relato de Zaqueo, escenificado por nuestros compañeros del taller de marionetas, aprendimos que Dios siempre tiene una segunda oportunidad para cada uno de nosotros, y que nos anima a tomarla y a ofrecérsela a todos los que nos rodean. Celebramos nuestra fe y compartimos ilusiones, anhelos, sueños y dificultades en torno a la mesa de la Palabra y de la Eucaristía.
Por la noche, para cerrar el día, disfrutamos de una velada de intriga, colaborando para reparar el reactor número dos de nuestra Central Nuclear de Somaloniskov.
Las buenas noches, animadas por nuestra cocinera Carmen, pusieron el punto y final a nuestro quinto día de campamento en Somalo.
[…] Somalojoven […]