Los cuentos terminaban casi siempre así… «Y fueron felices… y comieron perdices»
Supongo que en aquel tiempo las perdices debía de ser algo de banquetes de ricos, pero lo más importante es que «fueron felices»
Y es que nos gusta que las cosas terminen bien, con final feliz.
Hace unas semanas, antes incluso de los Oscar de Hollywood, hablábamos de la película Slumdog Millionaire.
Después del éxito, los aplausos, los premios… no todo ha terminado felizmente.
Los niños, que durante los meses de grabación y de presentación de la película, han dormido en hoteles, lugares de encanto y rodeados de comodidades… han vuelto a su vida real, dura, sucia, marginal.
El golpe ha sido tremendo y adaptarse está siendo difícil.
Es cierto que, por contrato, ellos mejorará algo su situación, pero no el escenario de la película: Dharavi.
¿Lo quieres conocer? Puedes verlo en este vídeo: Dharavi. El mayor tugurio del mundo.
Buenas noches
-Abel-
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