La comunidad parroquial de San Francisco Javier se prepara para celebrar la Semana Santa. La cuaresma nos ha ayuda a reflexionar y rezar por la familia.
Pero si todavía hay ecos de los carnavales y ya estamos con las vacaciones de Semana Santa. ¿Cómo es posible que haya volado tan rápido el tiempo?
La respuesta es muy sencilla, porque todo lo hemos realizado en familia y en clima de familia y de confianza. El tiempo de cuaresma nos ha ayudado a prepararnos mejor para estas fiestas cristianas. Bajo el lema: «en familia» cada semana hemos resaltado una faceta.
Tras el aperitivo del carnaval, iniciamos el pistoletazo de salida con miércoles de ceniza. Un día donde la comunidad es consciente de que comenzamos una marcha de 40 días que nos llevará hacia la pascua. Además a lo largo de este tiempo, con la ayuda de la liturgia y de los símbolos, como parroquia, hemos trabajado y profundizado el espíritu de familia.
Con la ayuda de un desierto recreado en la iglesia hemos visto cómo es posible transformarse en un vergel. Cada semana, aparecía un signo que nos permitía abrirnos al misterio de Jesús. La primera semana, junto al símbolo del arco iris, se nos gritaba que en familia nos ayudamos. Después vino la segunda con el monte tabor, apareció la segunda faceta: en familia da gusto. Así hasta la quinta semana, descubriendo junto al oasis, que en familia buscamos a Dios…; o junto a la luz, que en familia tenemos un tesoro; o junto a unas espigas, que en familia damos vida .
Y ya estamos en la Semana Santa, hoy es el Domingo de Ramos. Con la misa para las familias a las 11h00, y la misa parroquial a las 12h30 con sus respectivas bendiciones de ramos y procesión, saludos a Jesús y le recibimos como salvador. Un Jesús que en seguida nos anuncia que «su nueva vida prometida» pasa por su pasión, muerte y resurrección.
Mañana lunes 6 de abril a las 19h00, tendremos la celebración penitencial parroquial. El tema, es echar una mirada a dos personajes: Judas , con el árbol de las mil traiciones, en la que penden algunos de nuestros pecados y dolores; y lanzar otra mirada hacia María, que besaba y abrazaba los pies del señor, llena de amor y de ternura, invitándonos a cada uno de nosotros a escoger entre esos dos gestos: o el de Judas con la traición o el de María con su amor y con su ternura.
Se nos presenta una semana rica en símbolos, gestos, emociones y de grandes dosis de fe. Abramos nuestros corazones y agendas para vivir también en familia la experiencia de la semana grande de los cristianos: las celebraciones de Semana Santa.
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