Padre Bueno, sabes que hay millones de personas que se empeñan, con sus manos, en hacer de este mundo un lugar más habitable y bueno, como en el momento de tu creación.
Padre Bueno, sabes que es gente que madruga, trasnocha, trabaja bajo el sol del mediodía, ocho horas, doce, dieciséis, horas extras… sin descanso. Para tener una vida digna, para mantener una familia, para realizarse como personas.
Padre Bueno, sabes también que hay quien sufre en su trabajo a causa de la falta de seguridad, del salario injusto, de contratos abusivos y de situaciones de riesgo para sus vidas.
Sabes, Padre Bueno, que hay quien no tiene trabajo, que vive llamando a muchas puertas buscando una oportunidad.
Bendícelos
… bendice a quien madruga, a quien trasnocha, a quien trabaja de sol a sol
… bendice a quien trabaja en condiciones precarias y ha sido víctima de algún accidente laboral
… bendice a quien no encuentra trabajo
… bendice el fruto del trabajo de quien trabaja la tierra, en una oficina, en la fábrica, en la escuela, hospitales, obras…
Bendice el trabajo y el hogar de quienes, con sus manos de gente currante, construyen, cada día y cada noche el mundo bueno que tú quisiste en tu gran sueño creador.
BUENAS NOCHES
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