En el año 1894 el pintor Edvar Munch, famoso por su cuadro «El grito», pintaba otro cuadro menos famoso titulado «Pubertad».
Sin pretenderlo, con este cuadro retrataba la vida de una adolescente que viviría 115 años más tarde.
El cuadro tiene una composición en forma de cruz.
El eje horizontal… la cama, sencilla, sin artificios.
El eje vertical, una adolescente sentada encima. Una chavala en la edad de los sueños, cuando se empieza a despertar en ella el amor, la búsqueda del otro, el deseo de hacer grandes cosas por los otros…
Sin embargo el escenario no puede ser más amenazador. Oscuro, sin fotografías, sin cuadros, sin colores…
La única compañía que encuentra es la de su propia sombra, que se extiende tras ella y se proyecta sobre la pared, como una sombra amenazadora, como un fantasma…
La pobre chavalilla logra, sin embargo, vivir el pudor de su inocencia: se tapa con las manos, pero sus ojos expresan una mirada de una edad adulta que, quizás, ha llegado precipitadamente.
Munch ha sabido expresar de modo extraordinario toda la angustia representada por la falta de sentido de una vida en la cual las relaciones faltan, de una vida sin sueños…
Te invito ahora a leer esta noticia de hace unos meses… ¿no es la misma adolescente que Munch pintó hace 115 años?
http://www.elmundo.es/elmundo/2009/01/24/espana/1232815012.html
Deseo de corazón que, cada día, podamos irnos a dormir
con el compromiso cumplido de ser esperanza para estas adolescentes,
de ser luz en sus vidas, compañía cariñosa, ternura gratuita…
BUENAS NOCHES
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