Edith era ciega de nacimiento.
Cuando se hizo adulta quiso convertirse en alguien útil para los demás hizo todo lo posible para conseguir un programa de varias horas en una radio libre.
¿Para qué? Para ofrecer aquello que mejor sabía dar: consejos, reflexiones profundas, aclaraciones y opiniones.. todo lo que ayudara a personas que atraviesan un mal momento.
Edith era consciente de que cada uno de nosotros ha recibido un don especial para compartir con los demás y sería una injusticia quedárselo guardado. Y como ella, seguro que conoces mil ejemplos… ¿Nos lo cuentas esta noche?
Después te invito a reflexionar esta frase:
«El bien existe y no hace ruido» (Chiara Lubich)
BUENAS NOCHES
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