¡Ayuda!
¡Ayuda! necesito a alguien
¡Ayuda! no a cualquiera
¡Ayuda! sabes que necesito a alguien, ¡Ayuda!
Cuando era más joven, mucho más joven que ahora
nunca necesitaba la ayuda de nadie.
Pero esos días ya pasaron y ahora no estoy tan seguro de mí mismo
Veo que mis ideas han cambiado, he abierto las puertas
Ayúdame si puedes, me siento deprimido
Y apreciaría tu compañía
Ayúdame a poner los pies en el suelo
Por favor, por favor, ¿no me ayudarás?
Ahora mi vida ha cambiado tanto,
mi independencia parece desvanecerse en una neblina.
A veces me siento tan inseguro…
Sé que te necesito como nunca antes te había necesitado
Ayúdame si puedes, me siento deprimido
Y apreciaría tu compañía
Ayúdame a poner los pies en el suelo
Por favor, por favor, ¿no me ayudarás?
Cuando era más joven, mucho más joven que ahora
Nunca necesitaba la ayuda de nadie
Pero esos días ya pasaron y ahora no estoy tan seguro de mí mismo
Veo que mis ideas han cambiado he abierto las puertas
Ayúdame si puedes, me siento deprimido
Y apreciaría tu compañía
Ayúdame a poner los pies en el suelo
Por favor, por favor, ¿no me ayudarás?
Ayúdame, ayúdame
Este grito, esta oración, no es ni más ni menos que la traducción de esta canción de los Beatles. Espero que te sirva esta noche a ti también para rezar.
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Verónica dice
Jesús por algunos instantes se sintió solo en la Cruz del Calvario, pero nuestro Padre Celestial que está en los cielos nunca nos abandona. Hasta en los momentos más oscuros, alli está su luz. En estos momentos estoy pasando un problema terrible, pero eso me hace depender más de Dios y saber que sin su amor y misericordia me hundiría totalmente en mi tristeza y desesperación. Padre amado, hágase tu perfecta voluntad para que a los que te amamos todo sea para bien.