Después del cumple de Ainhoa, y aún con el cuerpo maltrecho, llegó el sábado. Teníamos previsto un viaje largo de unas tres horas y media a la región de Cotopaxi, concretamente a Zumbahua en donde los hay una comunidad salesiana (de dos salesianos). Zigor y Ardu habían cogido la delantera para estudiar la megafonía de la iglesia de la misión e intentar mejorarla. El resto salíamos hora y media más tarde dispuestos a gozar.
Nos reencontramos a media mañana con la avanzadilla y todos tomamos camino a Quilotoa. Allí nos encontramos con una de esas maravillas naturales de las que está llena el país. Un crater volcánico con un lago verde en su interior. En las fotos podéis verlo. Como no nos conformábamos con verlo desde arriba decidimos bajar. El subir ya fue otro cantar. Con unos desniveles considerables y viendo que estábamos a más de 4000 metros de altitud, las chicas decidieron hacerse con los servicios de unas bestias de carga, que las trasladaron sendero arriba. En las fotos podéis apreciar detalles de lo que contamos. El día concluyó estupendamente, aunque era un poco tarde cuando regresamos.
Hoy domingo ha sido día de actividad pastoral en las parroquias rurales. Creamos un equipo digno de envidia, con Txetxu en el papel de «padresito», Inazio de acólito y Ardu y Pino en la animación musical. Las gentes empiezan a hacernos propuestas para que nos quedemos. De momento, todos tranquilos que volveremos en la fecha prevista, aunque nos pique el gusanillo por lo mucho que acogen estas gentes al que va dispuesto a compartir.
Os deseamos a todos, buena semana. Nosotros seguiremos con el Campamento Vacacional y los demás trabajos que tenemos asignados.
Un saludo desde Cayambe, latitud 0’0’0′.
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