Más de 200 personas de la familia salesiana de Vitoria participan en el desfile de carrozas de la ciudad con la comparsa del oratorio Leba-Leba, “Perdidos en la Tribu”.
Por segundo año consecutivo, los padres de la asociación han logrado sacar adelante el que es ya el proyecto más importante del calendario; el Carnaval. La nieve intentó que nuestros planes no siguieran adelante, pero, aún así, nuestra comparsa lo tuvo todo listo para desfilar el sábado y el domingo de carnaval.
Desde noviembre se fue fraguando la cosa. La elección del disfraz, la construcción de la nueva plataforma para la carroza (a partir del remolque que se encontraba en Somalo), las largas reuniones con el ayuntamiento… Pero fue a partir de enero cuando comenzó la “vida carnavalera” en nuestra obra. Todos los sábados y domingos por la tarde quedamos para ensayar las coreografías para el desfile, y fue en estos pequeños ratos donde como quién no quiere la cosa se fue creando un buenísimo ambiente y nos empezamos a conocer.
Los de catequesis familiar empezaron a hablar con los de liturgia, los del grupo de adultos con los padres del Centro Juvenil, los niños de Leba-Leba con los de catequesis… y después de los ensayos llegaron los cafés y las propuestas de sitios para ir a cenar todos juntos el sábado de carnaval.
Al fin llegó el sábado de carnaval. A las 18:15h de la tarde nos reunimos los 200 y pico “perdidos en la tribu” para dar el último repaso a la coreografía junto a la carroza riéndonos de nuestros maquillajes y forrados con mil capas de jerséis y leotardos negros. A las 19:00h comenzó el desfile y la alegría del carnaval nos inundó pudiendo hasta con el frío helador de la noche vitoriana.
El domingo a las doce nos volvimos a juntar para realizar el segundo desfile de comparsas por las calles del centro de la ciudad. La nieve no echó para atrás a los valientes, y, aunque más cansados que el día anterior, bailamos todas nuestras canciones (Cabe mencionar el que ya va a ser el éxito del verano “La tribu más vacilona” que Koldo Gutiérrez –sdb- nos cantaba acompañado de su guitarra y escuchado en CD hemos sabido apreciar). La foto final nos despidió hasta el entierro de la sardina, que tendrá lugar el martes 16.
Por segundo año consecutivo hemos logrado ser parroquia, comunidad y familia, tenemos muchas ideas para el año que viene, y además hemos logrado ser más y conocernos mejor, ¿qué más se puede pedir?
Gracias a todos por todo lo que habéis hecho. GRACIAS.
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