Comenzó el día anteúltimo a eso de las 8:30 de la mañana y se centró el día en el compromiso de vida y en cómo lo vamos a concretar.
El desayuno transcurrió a la hora de siempre y con tranquilidad. Después nos reunimos en el hall para posteriormente reunirnos en los grupos de siempre y tratar temas personales, para ello salimos al patio con unos papeles donde teníamos que reflexionar sobre diferentes aspectos de nuestra vida y lo que nos llevamos de este maravilloso campamento.
Luego fuimos a la piscinas, nos duchamos y fuimos a comer. Pasadas unas horas en las que había que confeccionar collares, pulseras y coronas con un toque “hawaiano” para la posterior fiesta que se celebraría en esta última noche de campamento.
Después de la refrecante piscina de la tarde precedió a la celebración de la eucaristía presidida Félix Urra.
Finalmente tuvimos una grata sorpresa: la cena que los maravillosos monitores nos prepararon con todo su cariño y amor. Luego salió Xabi vestido de hawaiana a bailar y a repartir yogures.
Ángel y Pedro (Santander)
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