En aquel tiempo, fue Jesús de Galilea al Jordán y se presentó a Juan para que lo bautizara. Pero Juan intentaba disuadirlo, diciéndole: «Soy yo el que necesito que tú me bautices, ¿y tú acudes a mí?»
Jesús le contestó: «Déjalo ahora. Está bien que cumplamos así todo lo que Dios quiere.» Entonces Juan se lo permitió. Apenas se bautizó Jesús, salió del agua; se abrió el cielo y vio que el Espíritu de Dios bajaba como una paloma y se posaba sobre él. y vino una voz del cielo que decía: «Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto.» Mateo (3, 13-17)
MEDITO LA PALABRA
Meditar es llevar la Palabra al Corazón
Algunas veces me pregunto por la educación de la fe de Jesús. ¿Participaría en grupos? Demasiado moderno.¿Iría por libre, leyendo la Biblia? En aquel tiempo la fe era comunitaria y se compartía en la familia y en la sinagoga.
Hoy el evangelio nos remite a los «inicios» de la vida pública de Jesús. En menos que canta un gallo hemos saltado 30 años en su biografía y nos lo encontramos como un hombre adulto y a punto de entrar en misión. ¿Qué hizo Jesús durante 30 años? ¿No fue una pérdida de tiempo, cuando la gente se moría con cuarenta y pocos años?
Muchas veces me imagino la vida en silencio del hijo de María y el carpintero, y creo que le dedicó mucho tiempo a «preguntarse» quién era y qué debía hacer; y no menos a hablar con su Padre-Abba eterno. Creo que durante 30 años Jesús entrenó su corazón para amar, dialogar y compadecer al ser humano. Por eso, fue capaz de ser tan buen «conductor» del amor y la misericordia de Dios.
Hoy es la fiesta del Bautismo de Jesús. Como en los viejos tiempos cuando en Israel se ungía a los reyes, hoy se unge a Jesús, como Mesías al servicio del Plan de Dios. El relato contiene elementos encantadores. Por ejemplo, el diálogo entre Juan y Jesús. Juan oficia de sacerdote-intermediario, y se siente incapaz. Jesús le aclara lo importante que son los «mediadores», entre Dios y los hombres. Tú como catequista y animador tienes esta misión de ser «sacerdote» para tus chicos/as.
Y Jesús entra en el agua -símbolo del mundo- y lo santifica. Importante el hecho de entrar en el mundo para salvarlo: jesús no sabe salvar sin entrar a fondo en nuestros asuntos. ¡Qué gran mediador!
Y el cielo que se rasga y una paloma que desciende. Nos recuerda que estamos en Navidad, cuando los ángeles cantaron de gozo y anunciaron que Dios nacía entre nosotros. La paloma es el don de Dios, en forma de sabiduría, fortaleza, amabilidad, prudencia,curación…y tantos dones más.Los mismos que tú has recibido en tu bautismo y tu confirmación.
Y por último la voz del Padre, que siempre nos habla. Dios no permanece en su misteriosa nebulosa:Dios siempre habla, aunque no como quisiéramos nosotros. Dios siempre habla a través de Jesús. Por eso nos dice: ¡escuchadle! El tiene las únicas palabras de vida que puedes necesitar.
PARA LA ORACIÓN Y EL COMPROMISO
* ¿Le das importancia a tu bautismo y a tu dignidad como «hijo de Dios»? Agradécele a Dios este don tan extraordinario que te hizo.
* Piensa en tu vocación cristiana: ¿a qué te sientes llamado/a?
* Piensa un detalle de cercanía, colaboración… para la semana que comienza.
Fatima dice
Hola soy fatima la sí he de ser cinsera las palabras de nuestro señor jesús son tan cierta aprendamos de el que es manso y humilde de corazón te amo jesús mío