Hoy, como todos los días en esta casa ESPECIAL, nos hemos despertado al lado de todos nuestros amigos. A las 8:30 ha sonado esa música que nos alegra y nos hace estar de muy buen humor desde por la mañana. Nos hemos aseado y hemos bajado todos juntos a desayunar. Tras el desayuno en grupo, nos dispusimos a la cotidiana limpieza de la casa, que hace que todos y cada uno de nosotros contribuyamos con dedicación a que somalo se mantenga en perfectas condiciones.
Después de la limpieza y con tiempo libre de por medio, nos hemos reunido en grupos de trabajo para reflexionar sobre los valores y la conexión con nuestro entorno. Hemos pasado por varias pruebas cuyo fin era conseguir un papel con el respectivo valor de la prueba y así formar nuestra propia conexión.
Con esta dinámica finalizada hemos ido a la piscina como cada día para disfrutar de la presencia de todas las amistades, que gracias a esta casa hemos formado. Pasando este buen rato hemos ido a comer.
Por la tarde hemos tenido talleres a nuestra disposición; de abalorios y de “Slack line”. Después nos hemos reunido de nuevo para llevar a cabo el taller al que cada uno se había apuntado y que ayer comenzamos. Tras acabarlo nos hemos ido a la piscina a pasar otro buen rato y con mejor tiempo aún. Piscina, ducha y celebración. Como cada día celebramos un pequeño rato de oración, donde ponemos en común lo que hablamos por las mañanas en los grupos. En este caso, ha sido una celebración muy bonita y dinámica ya que todas las conexiones de valores que habíamos trabajado por la mañana las hemos unido y relacionado con el amor a Jesús.
Acabando el día, antes de disfrutar de la velada, podemos decir, un día más; SOMALO ES MÁGICO.
Adrián Revilla y Lucía García (Grupo 2)
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