Si nos hemos dado cuenta y hemos tomado conciencia de que estamos en el camino que nos lleva a la Navidad, también nos habremos dado cuenta de que para recorrer el camino hay que moverse.
Está muy bien eso de darse prisa para reservar los juguetes de moda del año, hacer las listas de las compras, preparar el árbol y el Belén… pero todo esto echa peso a la mochila de nuestro camino. ¡Y se trata de avanzar! No sea que nos quedemos más quietos que las figuritas del portal.
Avanzar por el camino del Adviento a la Navidad
… es moverse de donde incordiamos
… es remover nuestro egoísmo
… es alejarnos del estado de rutina y de pesimismo
… es dejar atrás la soledad y la autosuficiencia
… es dar pasos de esperanza a una mayor confianza en nuestros valores
… es avanzar hacia quienes nos necesitan
… es escuchar a los compañeros de camino
… es correr para descubrir que Navidad es ya hoy y mañana
… es buscar el lugar donde nos espera Jesús de Nazaret y seguir caminando con Él en nuestra vida
Éste es el camino hacia la Navidad.
Un camino donde hay que moverse
y no quedarse como las figuritas del Belén.
¡Menos mal que siempre hay alguien que las mueve!
¿Quiénes?… ¡Los niños!.. No podían ser otros
BUENAS NOCHES
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