Ha llegado nuestro penúltimo día. Por fin el caballero se quitó la armadura.
Empezamos con grupos, en los que hicimos el proyecto personal de vida, reflexionamos y lloramos un poco 😉
Después, como todos los días, piscina para quitarnos de encima el calor. Y por la tarde escribimos una carta a nuestro yo del futuro contándole nuestra experiencia en Somalo.
Evaluamos el campa por grupos de procedencia, buscando proponernos un compromiso para el próximo curso, y celebramos la Eucaristía final de campamento.
Por la noche llegó nuestra esperada discoteca: bailamos, reímos, cantamos y hasta hubo alguna que otra lágrima…
Y como siempre, para acabar el último día completo de campamento, los monis nos dedicaron la canción de despedida, el director del campa agradeció a todos los presentes su labor en el campamento y el coordinador nos dio las últimas buenas noches… ¡Esto se acaba!
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