No hay mejor manera de conocer el mundo
que contemplarlo con los propios ojos.
Salir del entorno propio, de la propia casa, del escenario de siempre…
… y contemplar.
Ni documentales, ni mapas, ni fotos de viajes de otros…
… ir a otros lugares, escuchar sus historias, recorrer sus caminos,
detenerse a hablar con sus gentes y compartir su día a día
en la cola del supermercado, en el autobús urbano, en la cafetería de barrio.
En serio. No podemos decir que estamos en el mundo
si sólo lo miramos desde la ventana, la televisión
o la pantalla de nuestro ordenador.
No podemos gritar que queremos cambiar el mundo
si no nos implicamos en él, si no lo observamos con nuestros ojos,
si no vivimos la historia como protagonistas.
Quizás por eso, un joven Ernesto Guevara, estudiante de medicina, hijo de una familia burguesa, sólo después de recorrer con una moto y a pie los rincones más pobres y desconocidos de América, pudo escribir en sus «Notas de viaje» la frase que tengo subrayada en el libro que leí hace años:
«Deja que el mundo te cambie
y podrás cambiar el mundo»
No te conformes con lo que tienes al alacance de tu mano,
sin saber lo que puedes llegar a sentir
si sales de tu habitación.
BUENAS NOCHES
paula dice
ME ENCANTA!
Jerson Hondall dice
En verdad, muchas gracias. Lo digo de todo corazón, muchas gracias.